Los SMS, reyes de la mensajería instantánea, nos permiten comunicarnos a través de muy pocos caracteres (tan sólo 160 en único mensaje). Estamos ante un canal con unas particularidades específicas que nos obliga a expresarnos de una forma lo más clara y directa posible, y más aún en el ámbito del marketing. Ni mucho menos “vale todo”.
Así pues, con técnicas de copywriting (ese difícil y valioso arte de crear mensajes lo más correctos, atrayentes y persuasivos posibles) y otros trucos útiles conseguiremos los mejores resultados en nuestras campañas: máximo impacto y mayor eficacia. Aquí recogemos algunas de las principales claves.
- El poder de la palabra: cada una de las palabras que utilizamos en un SMS debe seleccionarse con esmero. Un SMS comercial no es un mensaje de texto normal y además de ser directo y claro, la primera línea ya tiene que atrapar; eso se consigue usando los verbos y adjetivos convenientes, los más llamativos (de gusto, preferencia o deseo).
Y si necesitas sintetizar, utiliza abreviaturas (siempre las estándar, no las usadas en la jerga del ciberlenguaje) como % en vez de “tanto por ciento” o números (35 en lugar de “treinta y cinco”). Pero no abuses de ellas.
- Mayusculeando: el uso de las mayúsculas es controvertido: si bien llaman más la atención, su abuso es contraproducente ya que hacen la lectura más dificultosa. Por tanto, empezaremos el mensaje con la primera letra en mayúsculas (como indican las normas ortográficas), pero el resto del texto será en minúscula. Sólo usaremos la mayúscula para romper la monotonía y enfatizar o destacar alguna palabra importante.
- Soy un profesional formal: en general es conveniente mantener un lenguaje formal, que dé sensación de profesionalidad, aunque sin ser demasiado serio. Sé coloquial, pero correcto y adapta el lenguaje a tu público (en ocasiones, si el receptor es más joven, habrá que usar un tono más desenfadado). Todo depende del efecto que deseemos conseguir, porque también es bueno sorprender de vez en cuando.
- Tranquilo, soy yo: es fundamental que siempre te identifiques como remitente de manera clara. Además es necesario incluir la forma en la que se pueden comunicar contigo.
- ¡Qué oportuno…!: es importante estudiar el momento más adecuado para que tus clientes reciban tus SMS. La recepción y visualización de los mensajes en el móvil es diferente a la de los mails, más inmediata. Así, aunque depende del tipo de empresa y el servicio ofertado, los expertos marketinianos recomiendan hacer los envíos masivos de SMS entre las 9 de la mañana y las 23 horas de la noche de los días laborables (dependiendo de los países). Si el mensaje es para recordar una cita (en el médico, por ejemplo), debe hacerse con 24 horas de antelación. Y si la promoción en cuestión es para el fin de semana, al parecer los martes y miércoles son los mejores días para ofrecerla.
- Te gusto y me necesitas: esta es la sensación que debe generar tu mensaje para obtener éxito. Cualquier mensaje de una campaña de SMS marketing ha de efectuar una llamada a la acción que incentive y, además, tiene que crear sensación de urgencia: no sólo decir lo que el receptor debe hacer sino también cuándo debe hacerlo. Prueba con fórmulas como “sólo hoy”, “última oportunidad” o “reserva ahora”.
- Este SMS es sólo para ti: la personalización del mensaje es algo a tener muy en cuenta. Si dispones del nombre o la profesión de tus clientes en tu base de datos, utilízalo a tu favor.